En
el centro
geográfico de la provincia de Jaén, a 48Kms. de la capital por la
nacional 322 Córdoba-Valencia, y a 55Kms. de Cazorla, se alza la ciudad
de BAEZA, en la
margen derecha del Guadalquivir sobre una colina de suaves pendientes
poblada de cereal y olivo. Entrar en Baeza y visitar Baeza, es
trasladarse en el tiempo, hacer un viaje varios siglos atrás: su
estructura urbana, sus palacios, sus iglesias, sus plazas...
Baeza
entera
es un espléndido conjunto monumental de calles silenciosas y
piedras doradas, donde el ARTE Y LA
HISTORIAse han localizado restos de
una necrópolis argárica de la primera Edad del Bronce - todas
las culturas han dejado su huella en Baeza: la
ibérica, la romana, la visigótica, la musulmana. Bajo el río
romano Biatia alcanza la categoría de
ciudad, estando dirigida por un iudex, para convertirse a
finales del siglo VII, con el dominio visigodo, en sede episcopal.
han dejado las más bellas muestras.
De remotos orígenes - Durante
el
período musulmán Bayyasa fue capital de un
extenso distrito que llegaba desde el
Guadalquivir hasta Sierra Morena, siendo la ciudad más importante
de la circunscripción de Jaén,
en sus numerosos zocos y bazares.
después de su capital y centro de una intensa actividad comercial
que se desarrollaba
 Conquistada
definitivamente por Fernando III el Santo en el año 1227, tras ser
tomada y perdida sucesivamente por Alfonso VII y
Alfonso VIII, Baeza ostenta la capitalidad civil y religiosa del
Alto Guadalquivir hasta la conquista de Jaén,
jugando un importante papel en toda la reconquista de Al-Andalus,
lo que le hace merecer el apelativo de
Nido Real de Gavilanes. Pero es el siglo
XVI y a lo largo del XVII la época del esplendor de Baeza,
manifiesto en el auge de su población, en el de su economía, con
frecuentes excedentes en cuanto a producción
agrícola, ganadera e industrial, y en el de su cultura, de lo que
es testimonio las estancias en la ciudad de notables
místicos como San Juan de la Cruz o San Juan de Ávila, así como la
creación de la Universidad baezana y
la mayoría de sus monumentos civiles y religiosos.
|
Una
ciudad poderosa e importante como fue BAEZA,
con una historia tan densa, necesariamente
ha de ofrecer numerosos testimonios de su pasado esplendor;
esplendor que no sólo se manifiesta en la belleza
arquitectónica de sus edificios públicos y
administrativos, sino también en el elevado sentido de la
dignidad con que fueron construidos, independientemente del fin al
que fueran destinados. Sorprende la nobleza de su
Cárcel y Casa de Justicia, de su Carnicería, de su Alhóndiga y
Pósito.
A la
entrada de Baeza, desde Jaén, se halla el interesante conjunto
monumental que forma la Plaza de los
Leones, enmarcada por el edificio de la ANTIGUA CARNICERÍA
del siglo XVI, el de la Audiencia Civil y Escribanías
Públicas,
también llamado Casa Del Populo, bello edificio plateresco
que hoy es sede de la OFICINA
DE TURISMO; el Arco de Villalar,
erigido en memoria de la historia imperial sobre las
Comunidades de Castilla, y la Fuente de Los Leones
que podría proceder de la ciudad romana
de Cástulo y cuya figura femenina parece ser que representa a la
princesa íbera Imilce, esposa de Aníbal.
Al
lado, la gran plaza porticada del MERCADO VIEJO es
ya desde el siglo XVI el centro neurálgico de la ciudad,
conservando aún los nombres de las antiguas agrupaciones
gremiles que la ocuparon en sus diversos tramos. En ella se
celebran las fiestas de toros, cañas, fuegos, etc..., que
eran contempladas por los notables desde el Balcón del
Concejo, edificio barroco de principios del
siglo XVIII. Sus acogedores soportales ofrecen hoy un agradable
lugar de paseo y descanso.
Muy
cerca, pasando bajo el Arco del Barbudo,
restos de la llamada
Puerta de Baeza, se alza el edificio de la
ANTIGUA
UNIVERSIDAD. Su creación fue debida al doctor
Rodrigo
López, quien obtuvo la bula fundacional del Papa Paulo III en 1538.
La Univerdad baezana impartió sus clases durante casi tres
siglos, hasta 1824, fecha en que por Real Decreto queda clausurada,
convirtiéndose en Colegio de Humanidades y más tarde,
desde 1875 hasta hoy, en Instituto de Bachillerato.
En 1979 se convierte en Universidad de verano adscrita a los
cursos internacionales de la Universidad de Granada. En este
noble edificio renacentista explicó Gramática Francesa, desde 1912
hasta 1919, Antonio Machado, quien inmortalizó
en sus versos Los Grises Olivares y Los Alegres campos de
Baeza.
 Aunque
BAEZA es una ciudad
básicamente renacentista, alberga una amplia gama de estilos
arquitectónicos: así la Iglesia de Santa Cruz,
de un románico tardío o
protogótico, erigida a raíz de la reconquista de la ciudad en 1227 y
que conserva, casi totalmente, su primitiva
fábrica. En el interior se pueden admirar unas interesantes
pinturas pertenecientes a los siglos XV y XVI. Enfrente de la
iglesia de Santa Cruz, el Palacio de Jabalquinto
es una bella muestra de la arquitectura civil del
gótico flamígero. Mandado a costruir por don Juan Alfonso de
Benavides, emparentado con el rey Fernando el
Católico, plasma en su fachada el gusto imperante de los círculos
cortesanos por un gótico florido con un
gran despliegue de elementos decorativos. En su interior un airoso
patio renacentista con columnas de mármol, y la monumental
escalera de abundante decoración, ya netamente barroca.
En
la cercana
Plaza de Santa María se alzan una serie de
importantes monumentos que hablan de una Baeza floreciente,
FUENTE DE SANTA
MARÍA de mediados del siglo XVI, cuyo autor,
el baezano Ginés Martínez, fue
también el artífice de la traída de las aguas a la ciudad; el
sobrio Seminario
rica y culta; en su centro la original y artística de
San Felipe Neri fundado en 1660, con fachada de buena sillería, y
en su interior un pequeño y acogedor patio de
columnas.
Junto
a la
CATEDRAL
se levanta la que fue casa
solariega de los Cabrera; cedida al Concejo a
comienzos del siglo XVI, es transformada convirtiéndose en
Casas Consistoriales. Es uno de los
edificios de más solera de la ciudad, con dos bellas
ventanas góticas, así como la puerta, entre las que se hallan los
escudos reales de doña Juana y don Felipe. El
Concejo de Baeza u órgano de gobierno compuesto por la asamblea de
todos los vecinos con poder decisiorio en los asuntos públicos
fundamentales, basado jurídicamente en el fuero de Cuenca, cuyo
contenido otorgaba mayor autonomía y libertades que el fuero de
Toledo, ve progresivamente mermadas sus competencias en favor del
Cabildo (sobre el que apenas puede influir la asamblea ciudadana), el
cual, a su
vez, las perderá en manos del Corregidor, representante directo de
la corona
con amplios poderes decisorios, ejecutivos y judiciales.
Entre
calles
empedradas y de blancas casas, la Puerta de Úbeda
es uno de los escasos restos, junto a la Torre
de los Aliatares, de la Baeza musulmana. Su recinto
amurallado presidido por su Alcázar se abría
en varias puertas: la del Alcázar, la del Azacaya, la del Cañuelo,
la del Postigo con sus correspondientes Torres de la Fuensanta,
los Aliatares y el "Torrico" de la puerta de Úbeda. Sin embargo,
las confrontaciones entre la nobleza baezana, dividida en dos grupos
rivales,
Benavides y Carvajales, recrudecidas entre los paridarios de
Enrique IV e Isabel I tras la instauración en el trono de ésta, provoca
en 1476 la orden de Isabel la Católica de "derribar sus
fortalezas de manera que en ellas no quedase fortalecida cosa alguna
contra la
ciudad", orden que se lleva a cabo en 1477.
En
la calle del
Cardenal Benavides, se alza el edificio del AYUNTAMIENTO, antigua
Cárcel y Casa de Justicia.
Declarado MONUMENTO NACIONAL
, éste palacio es uno de los ejemplos más
originales y valiosos del plateresco andaluz. Está formado por dos
cuerpos separados por una imposta acanalada; en el inferior se
abren las dos puertas de acceso, la de la izquierda a la antigua cárcel y
la
de la derecha a la Casa de Justicia. El cuerpo superior presenta
cuatro balcones ordenados al modo serliano entre los que se hallan los
escudos de
Felipe II, el del Corregidor don Juan de Borja y el de la ciudad.
Muy
cerca, las formidables
ruinas vandelvirianas de San
Francisco están consideradas como modelo del
renacimiento andaluz. A pesar de su estado (un terremoto a
comienzos del siglo XIX y la ocupación y saqueo por parte de las tropas
francesas) es posible admirar su grandeza e intuir la cúpula y la
nave con columnas de bastoncillos desiguales, característicos
de Vandelvira.
Pasear
por BAEZA
es descubrir a cada paso su inacabable conjunto
monumental: San Pablo, San Ignacio, El Salvador
del gótico
mudéjar, San Andrés con una bella portada
del primer plateresco y en donde se conservan nueve valiosas tablas
góticas sevillanas de la segunda mitad del siglo XV; el Convento
de la Magdalena, sus espléndidos palacios, sus casas
solariegas... todo ello perfectamente ambientado en sus calles
umbrías y silenciosas, con su color dominante de piedras doradas que
conservan
la intensa historia y las sugestivas leyendas de esta antigua y
noble ciudad.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario